lunes, 5 de mayo de 2008

Cambio de estilo

Escribe Diego Benavente



En las últimas dos semanas nos hemos referido, tanto a la enésima actualización del plan regulador de Santiago que ampliará su crecimiento urbano en cerca de 11 mil hectáreas, como al nuevo aporte en calidad de subsidio para el Transantiago que el gobierno espera aprobar en el Parlamento en una cifra de US$ 290 millones. Como lo plantea el diputado federal Esteban Valenzuela, "mantener el alto subsidio directo al transporte de pasajeros de Santiago es un acto supremo de inequidad y miopía estratégica, que ahonda la ya conocida competitividad de Santiago". Para compensar a las regiones se empatará con una cifra similar para el resto de ellas, sin embargo las restricciones a estas inversiones impiden el que las regiones puedan solucionar sus problemas más apremiantes. Cuando Santiago se resfría, la política nacional es aspirina para todos, sin importar si por estos lados nos duele la guata.
Pero el problema de fondo es otro y mas grave, el país no puede girar en torno a lo mal que se administra el hacer ciudad en la capital. Así no vamos a llegar nunca a ninguna parte como país, porque el bultito centralista nos esta saliendo demasiado caro y quienes están llamados a resolverlo, están dando la hora ya hace rato. La pregunta pertinente es hasta cuando estarán dispuestas las regiones a aguantar esta situación de inequidad e imposiciones, Santa Cruz en Bolivia corto por lo sano y se organizaron reclamando a través de las urnas por mayores grados de autonomía.
Es necesario cambiar el estilo de gobernar el país mirado desde, por y para el ombligo centralista capitalino, de seguir así conseguiremos un país chato, una nación de segunda que, no va a lograr despegar nunca, ni menos conseguirá elevar la calidad de vida de todos sus habitantes en el mediano plazo.
El momento de manifestar nuestro descontento de manera conjunta y en la oportunidad adecuada está llegando, es hora de que desde todas las regiones surja una sola voz, que de una vez por todas hable golpeado.

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