viernes, 25 de julio de 2008

Encrucijada de fe

Escribe José García Ruminot, senador


Hace algunos días, fuimos testigos de un acto inaceptable, vergonzoso y que nunca más debe volver a repetirse. Se trata de la acción incontrolada de una joven de tan sólo 14 años de edad, llamada María Música Sepúlveda, quien arrojó un jarro de agua a la ministra de Educación, Mónica Jiménez.
Este no es un hecho aislado; el apoyo que recibió la estudiante de parte del presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, y el dirigente metropolitano Jorge Abedrapo, ambos militantes del PC, revelan el apoyo político que hay detrás de estos actos.
A Chile han vuelto las malas prácticas que conocimos y sufrimos durante la Unidad Popular. El uso de los estudiantes, su manipulación política, el aprovechamiento de la natural rebeldía de la juventud; la instrumentalización política del noble gremio del Magisterio a favor de las posturas de la izquierda más extrema, fueron situaciones que ya conocimos y sabemos que llevaron al quiebre institucional de nuestro país.
Tengo muy presente, en los días previos al 73, cuando militantes comunistas desfilaban por las calles gritando "no a la guerra civil", mientras por otro lado se armaban hasta los dientes para imponer su llamado poder popular. La vieja práctica de tirar la piedra y esconder la mano. No nos engañemos, es la siembra del odio, con los mismos slogans y fines de siempre.
Estemos atentos, muy atentos. Una vez más la extrema izquierda, esa misma izquierda que dice ser democrática pero que no lo es, pretende poner en riesgo los cimientos mismos de nuestra nación. No permitamos que tengan éxito.
El Gobierno de la Presidenta Bachelet no va a reconocer jamás que detrás de las movilizaciones sociales más violentas ha estado siempre el Partido Comunista y se va a debatir siempre en una ambigüedad que sólo produce mayor daño a nuestras instituciones democráticas.
Tal como ocurrió en los años 70, es la Democracia Cristiana la llamada a no dejarse llevar por este juego. Conocen la lección, es hora que tomen la decisión patriótica de dejar el Gobierno.

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