sábado, 26 de julio de 2008

Benedicto 16 y los jóvenes

Escribe Manuel Camilo Vial, obispo


Perdonen que me repita, pero me parece importante complementar el artículo de la semana pasada, con el mensaje final del Papa en Australia.
Como lo dijo la noticia: "Después de una semana de celebraciones en toda Sydney, los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud confiesan su entusiasmo por la participación de más de 400 mil personas en la misa final, celebrada este domingo en el hipódromo de Randwick".
Un verdadero Pentecostés con jóvenes de todas las latitudes, compartiendo el amor de Jesucristo y su fe en la salvación que El vino a traernos. El Papa está convencido, que estas Jornadas traerán muchas bendiciones y frutos inesperados para la evangelización. "¡Cuántas bellas semillas se han sembrado en estos pocos días!".
Bajo el sol del invierno austral, el obispo de Roma deseó: "Que el fuego del amor de Dios descienda y llene vuestros corazones para uniros cada vez más al Señor y a su Iglesia y enviaros, como nueva generación de Apóstoles, a llevar a Cristo al mundo".
El Santo Padre explicó a los chicos y chicas qué es el poder del Espíritu Santo con estas palabras: "Es el poder de la vida de Dios. Es el poder del mismo Espíritu que se cernía sobre las aguas en el alba de la creación y que, en la plenitud de los tiempos, levantó a Jesús de la muerte. Es el poder que nos conduce, a nosotros y a nuestro mundo, hacia la llegada del Reino de Dios".
El obispo de Roma aclaró que con el Evangelio de Jesús comenzó una nueva era, "en la cual el Espíritu Santo será derramado sobre toda la humanidad".
"En esta gran asamblea de jóvenes cristianos provenientes de todo el mundo, hemos tenido una experiencia elocuente de la presencia y de la fuerza del Espíritu en la vida de la Iglesia", constató.
"Hemos visto la Iglesia como es verdaderamente --siguió diciendo--: Cuerpo de Cristo, comunidad viva de amor, en la que hay gente de toda raza, nación y lengua, de cualquier edad y lugar, en la unidad nacida de nuestra fe en el Señor resucitado".

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