lunes, 9 de junio de 2008

Preguntas

Escribe Juan Manuel Fierro, académico


"¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida/ o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué/ es eso: ¿amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes, / o este sol colorado que es mi sangre furiosa / cuando entro en ella hasta las últimas raíces?...". Este es un trozo de poema de Gonzalo Rojas, escrito en el siglo pasado, para ser más preciso durante el año 1964, en la primera edición de su texto "Contra la Muerte". Durante esos día llovía de otra manera en el sur y las canciones hablaban de tiempos distintos y de mundos a conquistar. Un territorio para preguntarse ¿qué se ama en realidad cuando se ama?, y el poeta ejercía la maravilla de esa posibilidad. Todo esto quizá sea considerado, en estos momentos de farándula, una pérdida de tiempo; pero vaya que nos hace falta, invertir un mendrugo de nuestros ocupados espacios para meditar acerca de qué amamos cuando amamos y si es realmente posible vivir esa escurridiza condición.
Hoy, vivimos en el paraíso de los que se aman sólo a sí mismos; abundan los que se autoadulan y autoaplauden. En el hipermercado de las vanidades encontramos a los que dedican largas horas mirando su rostro en el estanque, enmarañados de narcisos y violetas, extraviados en la necesidad de que los otros se den cuenta de que existen y que se perciba, con ridícula claridad, lo que hacen o no hacen en su lento y tedioso inventario de tonteras. El simple y cotidiano ejercicio de amar resulta hoy un tránsito difícil. Enmarañados en la vertiginosidad de estos atardeceres no sabemos qué vehículo tomar hacia el territorio de los amados, quizá un troncal, un clon de metro o un alimentador destartalado nos pudiera conducir, con suficiente atraso, a la estación amada. Pero a veces basta sólo un simple gesto para lograr saber qué es eso del amar. Entonces ya no habrán misiles, ni discursos idiotas, ni amenazas de invasiones, ni actos terroristas que puedan impedir saber qué se ama, Señor cuando se ama…

2 comentarios:

saqysay dijo...

Toda la razón en el texto expresado. Hoy en día nadie sabe lo que es,realmente AMAR, tal parece ser un mundo desconocido.

Vivimos en una sociedad, hecha para producir a grandes costos, sin importar lo que le está sucediendo alrededor. Somos tan individualistas, por el escaso tiempo que tenemos para compartir con amigos, familia y cercanos.

Somos unas verdaderas máquinas, en el tiempo, sin sentimientos algunos.

Saludos!

Mercy dijo...

Gracias por usar la palabra amor a modo de reflexión. Estamos tan metidos dentro de nuestro metro cuadrado que olvidamos preguntarnos: Qué sentido tienen nuestros pasos, hacía dónde vamos, en qué mundo queremos que vivan nuestros hijos.
Estamos tan contaminados de prisas y silencios y de miradas esquivas que cada día nuestro aire es más gris y el Sol apenas se asoma tímidamente, porque hemos olvidado mirarlo cuando deja caer sus rayos en nuestros blancos volcanes.
Es tan breve el regalo de nuestro paso por la vida, es tan breve el tiempo para dejar nuestras marcas que es lamentable que andemos cabeza abajo y con tanta prisa que apenas lo máximo que nos sucede es tropezar con el otro, que también viene de prisa y murmurar gruñonamente (si acaso) un disculpe apresurado.
Gracias por recordarnos que la vida es algo más y que si por algo vale la pena vivirla es por la dicha de sentir que amamos en la gran extensión de la palabra.