martes, 3 de junio de 2008

La razón del impuesto

Escribe Eduardo Alamos Vera


Si revisamos la doctrina tributaria, encontraremos muchas definiciones de los impuestos. Pero en general, se trata de obligaciones de dinero que establece la ley ante la realización de un hecho determinado. Es la mejor fuente de recursos fiscales en una economía social de mercado, en la cual la actividad económica del Fisco esta prácticamente inhibida. Los impuestos no pueden ser mas importantes, de hecho, los gastos públicos son financiados con ellos, pero no solamente los gastos, sino también con el sistema impositivo se potencian y otros fines, tales como redistribución de la riqueza y, modernamente, potenciar las posibilidades de crecimiento y desarrollo. Lo determinante es que el afectado con el pago lo es porque ejecuta un hecho que, por sí solo, demuestra capacidad económica; el impuesto lo grava cuando tiene una fuente que demuestra capacidad económica. Esto se debe a una simple razón económica. Un bien tiene menos valor cuando existe en mayor cantidad, cuando es menos escaso.
Pero cuando se sobre grava una actividad, como la carga que se agrega a la compra de gasolina y petróleo diesel, por el solo hecho de adquirirlo y destinarlo al giro de transporte, no se divisa su razonabilidad. Si bien se viene aplicando desde el año 1986, adolece de la mayor de las falencias que puede tener un impuesto, cual es el de no tener origen un texto legal discutido en un Parlamento. Podemos encontrar muchas explicaciones para justificar que es "legal", pero son temas pendientes que en algún momento tenemos que enfrentar. Ya no es posible ocultar el sol con un dedo, menos cuando mi nieta encuentra en la casa una máquina de escribir, y me pregunta ¿que cosa es esto? Los temas de carácter social, no se imponen. Se acuerdan y se discuten, y esa es la diferencia que separa a las generaciones. Unos se conforman y los nuevos preguntan el porqué y la razonabilidad de las cosas.

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