jueves, 21 de agosto de 2008

Frases en silencio

Juan M. Fierro académico ufro


Leer es una pasión inagotable. Hojear un libro es un acto íntimo. Enfrentar el verbo es ingresar a un territorio lleno de claves secretas. El pensamiento expresado en un texto hace estallar en nosotros nuevas fantasías. Jugar con palabras es como descubrir, en pleno invierno, las jugarretas de los aromos y este simple hecho nos invita a escribir una nueva página en el diario de vida. Es una verdad que, vivamos lo que vivamos, al final sólo podemos alcanzar, como inventario final, un imperfecto conocimiento de nosotros mismos. Eso debería bastarnos para reconocer la felicidad de estar juntos.
Los mensajes leídos nos dejan flores o cicatrices en la memoria. Nos atisban desde los anaqueles o susurran frases en silencio cuando caminamos por los pasillos de una biblioteca. Leer es un acto mágico; es escuchar a otro que nos invita a buscar un nuevo territorio. Hay libros que responden preguntas que todavía no se hacen y otros que vuelven a preguntar y a buscar en la memoria de los que aún viven.
Los escritos de un libro son mensajes de náufragos, señas de identidad. Quien escribe ofrece sus experiencias, imaginaciones, dudas, sufrimientos y plenitudes que se enlazan con las nuestras, conjugando sueños. El lector va atesorando ideas, frases sueltas, enigmas verbales a cuya morada vuelve el pensamiento, como cuando alguien busca a un confidente para develar un sueño o susurrar un secreto a voces.
Hojeando textos leídos, en este gatuno agosto, descubro frases subrayadas, que mi mente enlaza como cuentas de rosario: "La memoria requiere del olvido" entonces vuelvo a imaginar rostros que hoy son sólo máscaras. "El tiempo también se equivoca" y repentinamente vuelvo a dar cuerda al reloj de la soberbia. "El acto sexual es un saludo que intercambian dos almas", mientras afuera llueve y el río amenaza. "Bailar es pensar con los pies", sueño que se apagan las inútiles palabras de un político. "La duda es una de las más hermosas posesiones del hombre", en la calle un vagabundo arrastra una carreta de mano. Inventario de ideas, páginas que uno acumula al conversar con los textos; respuestas que descubro sólo en aquellos labios que todavía me nombran.

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