martes, 5 de agosto de 2008

Dejad que los niños...

Escribe Vivian Arend

Porque de ellos será el reino de los cielos (Lucas 18, v.16-17)
Pareciera que cuando Jesús pronunció esta frase, jamás imaginó como serían los niños del tercer milenio. Aquí entre nos ¿y cómo son? Bueno, aparte de unos cuantos niños criados a la antigua, les petit enfants de hoy, son para tenerles miedo. Y no es por pelar, pero ha notado usted que a mayor progreso económico mayor producción de chiquillos mal educados?... Mucho four Wheel drive pero los niños comen con la boca abierta, mucho viaje a Disney pero las criaturitas hablan de la cintura pa’abajo, mucho Internet pero los nenes viven enfermos de lata.
¿Qué está pasando en Chile? Por supuesto, lo mismo que primero pasó en USA y Europa: el desarrollo industrial y la liberación del corsé crearon la primera generación de estos little men with screaming voices. Luego la Convención de Ginebra, la invención de la píldora y la revolución de las flores, los alimentó con chicles y les permitió subirse arriba del piano. Más tarde la tecnología y la igualdad femenina los crió entre nanas y computadores, a base de cornflakes, yogures y tarros colas. Y hoy, la vida láser los tiene comiendo puras porquerías con los codos sobre la mesa, el exceso de información los tiene al borde del colapso imaginativo, la libertad de cultos en el principio del terrorismo y el abuso de sensaciones al filo de la drogadicción. Aún más, nuestras inocentes criaturitas, juran que la disciplina es una estrategia del ejército y la palabra NO un modismo de viejos retrógrados. Y todavía nos quejamos! Si el mundo está patas arriba es porque nosotros lo dimos vuelta. Porque esa niñita que miente, mañana será abogado; ese niñito cruel con los animales, mañana será médico o ese niñito insolente, mañana será un legislador… ¿No cree que ya es hora de cuidar y proteger a esos futuros profesionales? ¿Para qué tanto día de la mamá y del niño, tanta convención y derechos, si el más sagrado: nuestro hijo, anda todo triste y solitario pidiendo a gritos un poco de amor?... En fin…

No hay comentarios: