viernes, 22 de agosto de 2008

Atentado terrorista

José García R. senador


Sobre el atentado que sufrió la madrugada del domingo don Eduardo Luchsinger y su esposa es un acto terrorista, tengo la convicción que para llevar adelante un atentado de esta naturaleza se requiere entrenamiento paramilitar, financiamiento y organización. Por tanto, sostener que se trata de delincuentes comunes, es una ingenuidad imperdonable en autoridades públicas o peor aún, una mentira escandalosa para bajar el perfil a lo ocurrido.
Don Eduardo Luchsinger y su familia, son personas de bien, reconocidas y queridas por todo quienes le conocemos; su aporte al proceso productivo de nuestra Región de La Araucanía es el mejor aval de su entrañable apego al progreso de nuestra tierra, brindando oportunidades de empleo y mejorando la calidad de vida de muchos de nuestros habitantes.
La ciudadanía —afortunadamente— ha reaccionado con verdadera indignación. No se puede permitir tanta maldad. No pueden quedar impunes estos atentados criminales.
En mi opinión, a las desafortunadas declaraciones vertidas por diversos personeros de Gobierno, se agrega la decisión política de no acusar a sus autores por Ley Antiterrorista. Si este atentado no es terrorista pregunto, ¿que más tiene que pasar para que las conductas sean calificadas de tales? El Gobierno, una vez más, equivoca el camino y cree que siendo condescendiente, va a lograr que estos grupos violentistas depongan sus acciones.
La única forma de terminar con estos atentados es que la Agencia Nacional de Inteligencia funcione; logre saber dónde se entrenan estos grupos; quién lo financia; qué apoyo político lo sustenta. De otra manera, nuestra Región de La Araucanía seguirá transitando por el doloroso camino de la violencia terrorista, perdiendo oportunidades de inversión y creación de empleos.
Los hechos ocurridos son demasiado graves y las explicaciones de las autoridades de nada sirven sino van acompañadas de la voluntad efectiva de querer desarticular estos grupos terroristas.
La Araucanía exige paz.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un saludo a nuestros queridos empresarios que aumentan aún más las brechas socioeconómicas del país.

Anónimo dijo...

Lo peor de todo este asunto es que, se ha dicho hasta el cansancio, que hay que tomar en serio, a los mapuches, ellos deven entender con firmesa, que son parte de CHILE, y por lo tanto son ciudadanos CHILENOS, sería muy bueno, que ellos entendieran que cualquier idea de separatismo, será rechazada contundentemente por todo el pueblo CHILENO, porque acá se está escondiendo la verdad al pueblo, este gobierno miente, y minimisa el problema, y la mayoria de la gente está desinformada, y solo cree que las reivindicaciones mapuches, son cositas que se arreglan con unas palmaditas en la espalda y ya está, no señores, estamos introduciendonos en un problema muy complicado que sino se le pone atajo y se habla con la verdad y con claridad y objetividad, se va a tornar muy complicado, por las medidas extremas que habrá que tomar, y que no serán populares, que ningun politiquero, quiera sacar ventaja despues de haber alentado a los mapuches pensando ingenuamente, desconociendo por completo su idiosincracia, por favor, a los habitantes de la 9° region se nos está faltando el respeto,de una manera horrible, por parte del gobierno que no halla como hacer para no quedar mal con los mapuches, y así con todas las cosa que están pasando, ya no le vamos a soportar mas palabrerias.

Anónimo dijo...

¡¡ Que afortunado aquel de apellido mapuche !! Así el gobierno les da tierras, educación gratis, hogares gratis, becas de estudio, asesorías técnicas, créditos libres, semillas y fertilizantes, permisividad para aforrarle al que quiera sin temor a las leyes, a quemar y destruir y que las altas autoridades de este país los defiendan a brazo partido.- Pobre de aquel, que es solamente CHILENITO, de apellido Pérez, González o Soto, se las tiene que arreglar solito.

Makeka Barría dijo...

Juan Carlos tiene toda la razón.
Los mapuches tienen ene beneficios por sólo llevar uno o los dos apellidos autóctonos, más encima reclaman y se victimizan solos.
Saludos.